La comida es un momento importante del día para muchos usuarios de centros sanitarios, sociales o residencias de la tercera edad.
Para confeccionar los menús para residencias de ancianos y centros sanitarios o sociales es esencial asegurar una ingesta adecuada, equilibrada y sabrosa, que se adapte a todas las necesidades y contribuya a mejorar tanto la salud como el apetito de residentes y pacientes.
Desafortunadamente, el sistema de alimentación de algunos centros muchas veces solo les permite ofrecer los mismos alimentos repetidas veces durante la semana, lo que puede resultar aburrido para los residentes… Esto puede ocasionar falta de interés por la alimentación e incluso provocar la hiporexia y amenazar su salud
Con este artículo queremos mostrar algunos consejos para fomentar la variedad de menús y recetas en tu centro sanitario o residencia de ancianos.
Desafortunadamente, el sistema de alimentación de algunos centros suele ser repetitivo y monótono para los residentes lo cual puede desencadenar en una falta de interés por la comida y provocar problemas que van asociados a la salud tales como anorexia e hiporexia
En todo momento es importante recordar que es clave contar con un equipo de nutricionistas acompañando al centro en la confección de menús, adaptándolos y ajustándolos a las necesidades de todos sus residentes o usuarios.
Principales ideas para fomentar la variedad de menús en residencias de ancianos y centros sanitarios:
- Ofrecer opciones saludables: Aunque es importante fomentar la variedad en los menús de los residentes, es igualmente importante asegurarse de que las opciones que se ofrezcan sean saludables y apropiadas para la edad y necesidades dietéticas de cada persona. Asegúrate de incluir opciones bajas en grasas, sal y azúcares añadidos y ricas en nutrientes.
- Cuenta con la opinión de los residentes: Pregúntale a los residentes qué alimentos les gustaría ver en el menú y ofréceles opciones para elegir. Esto no sólo les da una sensación de control sobre su alimentación, sino que también puede ser una buena manera de obtener ideas para nuevas recetas o planes de menú.
- Rotar los menús cada 4 o 5 semanas: Establece menús semanales con variedad de alimentos para cada día, de modo que exista un equilibrio entre todos los nutrientes necesarios. Y una vez tengas establecidos esos menús semanales, crea un sistema de rotación de 4 ó 5 semanas, de modo que un plato en concreto sólo se repita 1 vez al mes.
- Incorporar alimentos de temporada: Incluir alimentos de temporada en el menú no sólo puede aportar variedad sino que también puede ser una opción más económica y sostenible. Asegúrate de incluir frutas y verduras de temporada y experimentar con recetas que utilicen ingredientes específicos de cada temporada.
- Fomentar la participación de los residentes: Incentivar a los residentes a participar en la preparación de alimentos puede ser una buena manera de fomentar su interés en la alimentación y la variedad en el menú. Ofrece demostraciones de cocina, talleres de cocina y actividades relacionadas con la alimentación, y fomenta la participación activa de los residentes en la preparación y selección de alimentos.
- Piensa en la estacionalidad y ten en cuenta las fechas señaladas. A lo largo del año hay muchas fechas en las que se comen platos o alimentos tradicionales y es muy buena idea planificar tus menús teniendo en cuenta esa estacionalidad (Navidad, Pascua, Carnaval…). También puedes tener a mano un calendario de “Días Internacionales” en los que se celebra el Día Internacional de algunos alimentos, para incorporarlos a modo de efemérides y crear una ocasión especial. Por ejemplo, ¿sabías que el 4 de junio es el Día Mundial del queso o que el 20 de septiembre se celebra el Día de la Paella?
En conclusión, fomentar la variedad en el menú de un centro sanitario o residencia de ancianos puede ser una excelente manera de mejorar la salud y el bienestar de los residentes y hacer que su experiencia sea más agradable.