Enriquecer la dieta basal en hospitales implica proporcionar opciones nutritivas y variadas que ayuden a los pacientes a recuperarse más rápido y mantener un estado de salud óptimo.
La dieta basal en hospitales generalmente se refiere a una dieta estándar o básica que contiene aproximadamente 2.500 kcal y se les proporciona a los pacientes que no tienen restricciones alimentarias específicas o necesidades dietéticas especiales. Esta dieta proporciona una cantidad adecuada de calorías, nutrientes y líquidos para mantener la función metabólica y nutricional básica del paciente.
Es una herramienta clave en la nutrición hospitalaria por varias razones:
- Preservación de la masa corporal:
durante la hospitalización, especialmente en pacientes críticos o inmovilizados, existe el riesgo de pérdida de masa muscular y grasa. La dieta basal ayuda a prevenir esta pérdida al proporcionar los nutrientes esenciales para mantener la estructura corporal. - Apoyo metabólico:
incluso en reposo, el cuerpo realiza funciones metabólicas básicas como la respiración, el mantenimiento de la temperatura corporal y la función cardíaca. La dieta basal garantiza que el cuerpo tenga suficientes calorías y nutrientes para mantener estas funciones esenciales. - Facilita la recuperación:
muchos pacientes hospitalizados están debilitados debido a enfermedades, cirugías u otras afecciones médicas. La dieta basal aporta los nutrientes necesarios para la recuperación y reparación de tejidos dañados.
La composición exacta de una dieta basal puede variar según las pautas y protocolos del hospital, pero generalmente tiene que incluir alimentos y componentes como:
- Proteínas: esenciales para la reparación y regeneración de tejidos. Son fuentes de proteínas las carnes magras, aves, pescado, huevos y productos lácteos.
- Carbohidratos: proporcionan energía al cuerpo y podemos encontrarlos en el arroz integral, pasta de trigo integral, pan integral, patata y vegetales. Las fuentes son los cereales (sean o no integrales, esa es otra condición que hace referencia al contenido de fibra), legumbres, patata, boniato (el resto de vegetales tiene bajo contenido- en el orden de 2-8 gr de hidrato cada 100 gr de alimento)
- Grasas: son importantes para la absorción de ciertas vitaminas y para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Las encontramos en el aceite de oliva, aguacates, frutos secos y pescado.
- Fibras: las frutas y verduras nos proporcionan fibra dietética, que es importante para la salud digestiva, intestinal y el control del apetito.
- Vitaminas y minerales: para que la dieta basal sea equilibrada en cuanto a vitaminas y minerales esenciales debemos consumir las frutas y verduras frescas, ya que son buenas fuentes de estas sustancias. Cuantos más colores tenga el plato, más vitaminas y minerales tenemos.
- Líquidos: proporcionar agua y líquidos en cantidades adecuadas para mantener la hidratación del paciente.
- Limitación de sodio y azúcares añadidos: controlar la cantidad de sal y azúcares añadidos para promover una dieta saludable.
- Tamaño de las porciones: servir porciones adecuadas para evitar el exceso o déficit (a nivel hospitalario es considerablemente más común que haya desnutrición del paciente que aumento de peso) de calorías y mantener un equilibrio nutricional.
- Regularidad en las comidas: proporcionar comidas regulares y equilibradas a lo largo del día para mantener un suministro constante de nutrientes.
- Adaptaciones individuales: si un paciente tiene necesidades dietéticas especiales debido a afecciones médicas, alergias alimentarias u otras consideraciones, es necesario ajustar la dieta basal para satisfacer esas necesidades.
En conclusión, la dieta basal desempeña un papel esencial en la nutrición hospitalaria al proporcionar los nutrientes necesarios para mantener las funciones vitales del cuerpo durante la hospitalización y su adaptación a las necesidades individuales de cada paciente es crucial para una recuperación exitosa. Los profesionales de la nutrición en hospitales trabajan para asegurarse de que cada paciente reciba la atención nutricional adecuada para su situación única.
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