El bienestar emocional juega un papel esencial en el proceso de recuperación del paciente hospitalizado. Si entendemos la curación de forma integral, la oferta gastronómica es una parte importante de la experiencia hospitalaria. Y en este contexto, la formade presentar la comida en el plato o bandeja puede ser una práctica clave para mejorar cómo es percibida por los usuarios.
La realidad es que las cocinas de los centros sanitarios a menudo se enfrentan a limitaciones de tiempo debido a las largas horas de elaboración, personalización de menús y cumplimiento de normativas. Estas demandas, son algunos de los ladrones de tiempo que restan espacio a una tarea que aporta una gran satisfacción al usuario, como el arte de emplatar.
Emplatar bien la comida no solo es una cuestión de estética, el valor añadido que tiene es bastante alto cuando se examina la experiencia holística del paciente. Así, ofrecer un producto de alta calidad y cuidado implica no sólo la elección de ingredientes, sino también es relevante considerar cómo se presenta, convirtiendo el emplatado en un punto de contacto esencial para generar sensaciones de bienestar en los pacientes.
En gastronomía, el emplatado se considera un arte que va más allá de la simple presentación de alimentos.
En el ámbito culinario hospitalario, la cocina de ensamblaje es un método de preparación en el que los ingredientes ya están parcialmente cocidos o procesados y se combinan para crear el plato final. Este modelo de producción es común en entornos hospitalarios debido a su atractivo en términos de conciliación laboral y seguridad alimentaria. La cocina de ensamblaje o mixta ayuda a optimizar recursos y a minimizar procesos. Aunque se percibe como una necesidad funcional, su facilidad operativa deja espacio para dedicar tiempo al emplatado, una práctica que agrega valor a la experiencia del paciente durante su paso por el hospital.
Importancia del emplatado en la Experiencia Hospitalaria
- Estímulo visual que genera apetito: Una presentación atractiva no solo luce bien, sino que también despierta el apetito. En el entorno hospitalario, donde muchos pacientes pueden perder el interés por comer, el emplatado se convierte en el impulso que motiva a los pacientes a disfrutar de su comida. Y no se trata solo de satisfacer el paladar, sino de contribuir al bienestar y la experiencia positiva del paciente. Como dice el dicho, la comida restaura y entra por los ojos.
- La comunicación del cuidado está en el poder de los detalles:
Un plato bien presentado es una manera de transmitir atención y consideración, estableciendo un vínculo de confianza entre el personal de cocina (el hospital) y los pacientes. Jugar con la disposición de los alimentos, utilizando colores y formas, transforma un plato sencillo en una experiencia visualmente atractiva, añadiendo un guiño especial a la comida hospitalaria.
- Un buen emplatado eleva la percepción de la calidad de la oferta:
El emplatado se convierte en una estrategia para mejorar la experiencia culinaria de los pacientes. Comunica, a través de la vista, el interés que tiene el centro por cuidar al paciente y al tiempo se convierte en un componente esencial para comunicar la importancia de la alimentación saludable y satisfactoria en entornos donde la la nutrición es esencial, haciéndole percibir al pacientes y familiares una alta percepción de la calidad y el interés por el cuidado integral de la salud.
Aquí os presentamos algunos ejemplos para presentar los platos de quinta gama apetito en un modelo productivo de cocinas de ensamblaje:
- Pollo asado (apetito) con tomillo, champiñones, ajo y limón
Combinamos el pollo asado apetito con productos frescos. Previamente se saltean los champiñones lavados y laminados, con dientes de ajo y pimientos. Una vez se han cocinado en el horno las pechugas de pollo se acompañan en un plato o en una bandeja con los ingredientes salteados y se decora con un toque de tomillo fresco o seco y rodajas de limón.
- Fideuá (apetito) con Gambas, Mejillones y Al i oli
En este caso, se combinan la fideuá apetito con gambas frescas y mejillones precocidos. Después de haber regenerado el fideuá, se presenta el plato en una paellera o plato individual, se colocan las gambas salteadas previamente, los mejillones y se decora con all i oli.
- Wok de tallarines con Verduras (apetito) con tiras de pollo (apetito) y semillas
En esta preparación se ensamblan dos productos apetito, el wok de verdura y las tiras de pollo. Se mezclan en una bandeja y para servir se decora con rodajas de limón, brotes de cebolla y las semillas esparcidas por encima.
En resumen, el emplatado en el servicio de cocina hospitalaria no es simplemente un acto estético, sino una herramienta valiosa para mejorar la experiencia del paciente. Es un punto de contacto esencial para humanizar la experiencia al establecer un vínculo de confianza, creando una experiencia hospitalaria cada vez más completa, pero sobre todo integral.